Villa de Serradilla

Desde la profunda marca que dejó el lobo ibércio en la cultura del municipio, pasando por un dialecto propio escrito en forja por las calles de Serradilla, hasta fuentes milenarias de origen romano que han abastecido a la localidad de agua procedente de profundos manantiales durante miles de años.

El origen de este municipio es incierto, si bien hay vestigios y pruebas fehacientes de que ya estuvo habitado por civilizaciones romanas y prerromanas de las que se han obtenido pruebas en el entorno, como fuentes y restos romanos y pinturas rupéstres con miles de años de antiguedad.

En 1557 fue nombrada "Villa Realenga" por el Rey Felipe II, su casco urbano está enclavado entre el Río Tajo (4 km al sur) y una sucesión de sierras situadas al norte que discurren de este a oeste y que constituyen la prolongación de las sierras de Las Villuercas y Monfragüe.

Esta ubicación brinda al turista la posibilidad de conocer los diferentes ecosistemas de Monfragüe sin salir del municipio, como son: dehesas de encinas y alcornoques, vegetación de ribera, roquedos, bosques, matorral mediterráneo y pinares. Es evidente que esta rica variedad de ecosistemas forestales alberga una espectacular biodiversidad vegetal, faunística y también cultural, apreciable todo ello a través de las numerosas rutas que pueden realizarse en la localidad a través de sus más de 4.000 ha de Monte de Utilidad Pública y sus cientos de kilómetros de caminos vecinales.

No te lo puedes perder

Se visitas Serradilla no puedes perderte el Santuario del Stmo. Cristo de la Victoria, el Barco de Monfragüe, sus rutas senderistas y su Centro de Interpretación “La Huella del Hombre en Monfragüe”.

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